Mario Hernández Fernández en la última jugada  del entrenamiento del 15 de septiembre del año pasado con el Real Oviedo, sufría la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda.

Llevaba cuatro partidos con el equipo carbayón y un mes y medio en la Capital Astur. Todos sus sueños se desvanecían de golpe, iba con la ilusión de hacerse el dueño del carril diestro del Carlos Tartiere y volver a conseguir un ascenso a la máxima categoría, como había conseguido tres años antes con el Rayo Vallecano.

 El fútbol, como en la vida, además de valer y trabajar hay que tener suerte. Operación en Madrid con el Dr. Leyes y recuperación en el Requexon. Cuando parecía que volvería, tuvo una molestia en el menisco y hubo que hacer una artroscopia. Verano duro y por fin, en el dia de hoy, 31 de agosto, el bravo misil vallecano conseguía el alta médica. Casi un año después, meses duros, muy duros y angustiosos, al final no sabes cómo te recuperarás y qué pasará contigo.

Ahora le quedan tres semanas, para tener el ritmo y encontrar equipo para poder volver a jugar. El primer paso, ya está dado y era, quizás, el más duro y doloroso.

¡Enhorabuena por tu vuelta, Mario!