Dani Ponz, un Sollanero muy soñador

ProtioSport
Actualizado: 19 de enero, 2024

El fútbol, es como la vida, imprevisible. Pero, lo que está claro, es que siempre hay que creer y trabajar para que te pasen cosas positivas.

Daniel Ponz Folch, diciembre 1973, fue desde sus inicios, un niño muy inquieto, muy perseverante y sobre todo muy cabezón. Desde pequeño se despertaba sobresaltado, porque en sus sueños, siempre se veía dando el pase definitivo o celebrando el gol. Soñaba y sigue soñando con ser futbolista. Hizo sus pinitos, pero con 29 años, se dio cuenta que no llegaría a donde sus sueños le llevaban.

Un íntimo amigo, en el 2003, le propone ir con su equipo para ser entrenador de porteros. No sabe decir que no, y menos por el fútbol y un amigo. Ahí empieza su etapa de entrenador. Sube con el Torrelevante a División de Honor, escuelas del Levante muchos años, y se va al Saguntino en Tercera. Tres etapas diferentes en el Alzira, el Eldense, de nuevo el Saguntino y, Ascenso a Segunda RFEF con el Alzira y permanencia en la 21/22.

En febrero del 2023, aparece Carlos Tornero en su vida y  dos personas que apuestan de verdad por él en Salamanca: Toni Garcia y Antonio Paz. Estás tres personas, después de 20 años, le dan la oportunidad de llegar a una categoría como la Primera RFEF. Llega con un equipo cerca de las posiciones de descenso, nadie soñaba que en 14 partidos, Unionistas, llegase a rozar el play off de ascenso y se clasificase para la Copa del Rey. Números de ese tercio de campeonato solo superados por el Campeón, Racing de Ferrol.

Nueve triunfos hicieron soñar a toda la familia blanquinegra. Al profesor, es licenciado y trabaja en el CEIP Pepita Graus d’Alginet, donde pidió una excedencia para poder seguir con su sueño de entrenar. Un año después, lleva 37 partidos con Unionistas, donde casi la mitad son triunfos, 18, y en Salamanca, su segunda ciudad de adopción, empieza a cumplir su sueño, en estas últimas semanas. Este ha sido poder estudiar a fondo al Sporting, al Villarreal y al Barcelona.

Al final, era valentía, salir de casa y pedir ese aplazamiento en el colegio. Llegar hasta octavos de la Copa del Rey, es un hito que quedará ya siempre en la historia de un club de solo diez años. Cuando ascendió, se tatuó las rayas del Tigre de Júcar, en homenaje al Alzira y ese ascenso.

Creemos que después de eliminar a Gernika, Sporting de Gijón, Villarreal y llegar a hacer sufrir al Barcelona, debe tatuarse el toro del escudo de Unionistas. Queda camino y queda lo más importante, la liga, donde Unionistas, lleva dos victorias consecutivas y está en mitad de tabla. Como dice siempre a sus alumnos y a sus futbolistas: “tenemos que ser respetados, valorados y queridos”

Sin duda alguna, Don Daniel Ponz lo está consiguiendo en Salamanca y en el fútbol nacional.

¡Al final es verdad, que la Copa, Mola!

¡Gracias Unionistas y Dani, por hacernos soñar todas estas semanas!

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