No había mejor lugar para debutar
Agosto, es el mes de las olas de calor en nuestra querida piel del toro. Más acostumbrados al calor están los gandienses, tierra que vio nacer, al espigado Pere Marco Suñer allá por un final del verano del 2003, veinte primaveras que tiene el esforzado y stajanovista delantero orellut.
Hace poco más de un mes que estampaba su firma con el filial del CD Castellón, venía del filial de la Cultural y Deportiva Leonesa, de una gran campaña y de casi ascender con dicho equipo. Antes había disfrutado de un ascenso con su Gandía y de ser el héroe del ascenso marcando el gol de tan precisado logro.
Quizás su época dorada después de años, dónde ya solo le apetecía jugar con los amigos, tras el palo de tener que abandonar el Levante, en cadetes, al no contar el equipo de Orriols con él. Travesía en el desierto, en el Denia, el San Marcelino y su querido y amado Gandia, lugares humildes como él y entornos que le ayudaron a no dejar de creer que se podía llegar.
Es grande, espigado, poderoso, muy peleón, firme como el acero y siempre, si puede, dispara. Es como un rifle, así lo definen y por eso le llaman “el Rifle de la Safor”. Pelea, pelea y pelea, nunca deja de trabajar, por eso, rápidamente consigue enamorar a su afición, el stajanovista de Gandía.
El 17 de agosto, en el lugar ideal, que mejor sitio, para un rifle, que debutar en la villa armera de nuestro querido país. Qué mejor lugar que en Eibar, la ciudad del acero, la ciudad donde desde épocas muy remotas, siglo XV, se fabricaban las armas para parte de nuestro mundo, y donde nacieron las mejores armas, como la gran apreciada y querida Víctor Sarasqueta, llegó a ser el armero Real, esas paralelas son únicas. O las Aya, Las Arrieta o las Galbi, grandes escopetas, rifles y carabinas que se hacen para todo el mundo.
Ahí en ese lugar y en un estadio tan coqueto y que ha sido años de Primera División, en el minuto 82 entraba y debutaba sustituyendo a Alberto, el mítico y gran jugador canario, el Rifle de la Safor. En esos minutos antes de entrar, en esa banda, le vino a su cabeza, Eduardo y Patricia, sus padres, que siempre lo apoyaron y acompañaron en este difícil camino, le vino el esfuerzo y la montaña rusa que es la vida del futbolista y le vino la idea que con esfuerzo y con mentalidad fuerte, siempre aparece alguien como Dick Schrender, que te da la oportunidad. Antes ya se la había dado en dos amistosos contra Hércules e Ibiza.
La temporada acaba de empezar, pero los sueños siempre pueden llegar en cualquier momento. Desde el otro día, tienes dos equipos, el tuyo es el filial, pero con trabajo siempre puede llegar la oportunidad en el equipo de fútbol profesional.
¡Nunca dejes de pelear, como lo haces! Enhorabuena Rifle!

