Del año 2007, físico imponente, es fuerte como un toro, 1,86, potente, rápido, con mucha facilidad para desmarcarse, define como los ángeles y su juego aéreo es devastador. Le gusta combinar y con ese físico atrae a los centrales y facilita espacios a sus compañeros. Así lo definen, entrenadores y gente que conoce a Álvaro Falagan Casado, delantero juvenil de la Cultural Leonesa.

Desde muy pequeño, empezó a darle patadas a un balón, con dos años, entró en el CD San Lorenzo, ahí también estaba en esa época el Killer Cazurro, Diego Percan. ¡Algo deben dar en ese club para que tengan esos físicos!

Lo empezó entrenando, el recordado y querido, Paco Rizquez, un año después y por cinco temporadas lo entrenó su padre, Agustín, la persona que le metió el gusanillo del balón desde que nació. En el 2016 se fue a la Peña, un año y ya de alevín entraba en la Cultural. Comienzos difíciles con el COVID y sobre todo por una lesión en el tendón rotulanio. Pero desde cadetes, cada día crece y no para de crecer El Toro. Su último año de cadete, ya era uno de los jugadores referentes del cadete y de Castilla y Leon con sus 17 goles. La última temporada, es el año de su explosión definitiva, campeón de liga con el juvenil B, con trece puntos de ventaja sobre el Zamora, segundo clasificado y Álvaro, 34 goles en 30 partidos y pichichi de la liga de Recoletas.

El Toro Falagan, ni en verano descansa y trabaja para volver desde el día uno con su objetivo de ascender a División de Honor. Gracias por venir a Protio y confiar en nosotros.

¡Crecemos contigo! Desde hace tiempo soñábamos en poder continuar el camino juntos!